Hablemos de diversificar. La opción empatada a votos en la edición #4. Eso que solemos escuchar siempre de no poner todos los huevos en la misma cesta porque nos podemos quedar sin nada.
Podemos utilizar la diversificación en muchos ámbitos, no sólo en el económico que es en el que más se menciona. Podemos diversificar en las fuentes de energía de nuestra casa, en nuestras habilidades, en nuestras redes sociales y, si me apuras, en nuestras amistades.
Diversificar es, según la RAE, “Convertir en múltiple y diverso lo que era uniforme y único.” Suena hasta poético.
Se suele escuchar que es menos arriesgado ser autónomo que trabajar por cuenta ajena, aunque te puede sonar que es al contrario. ¿Por qué?
AUTÓNOMO
Aunque hay autónomos que trabajan con un sólo cliente - mala señal, porque es probable que sean falsos autónomos - la mayoría de ellos tienen distintas fuentes de ingresos, de tal forma que si pierden uno de sus clientes no pierden el 100% de sus ingresos.
TRABAJADOR/A POR CUENTA AJENA
Si trabajamos para una empresa, lo normal es que tengamos una única fuente de ingreso, nuestra nómina. Es aquí donde suele estar el riesgo → si perdemos el trabajo, nos quedamos sin ingresos.
Mi opinión sobre esto, estando en ambos mundos es que ni todo es blanco ni todo negro.
Los trabajadores por cuenta ajena tenemos paro si acaba nuestro contrato. Además, si nos ponemos enfermos, no dejamos de tener ingresos. Únicamente si nos despiden o nos vamos nosotros dejaríamos de ingresar.
Los autónomos tenemos varias ventajas: no tenemos límite de facturación - aunque en España da miedo llegar a ciertos niveles por la cantidad de impuestos que nos hacen pagar - y tampoco de clientes. Por contra, tenemos que luchar contra viento y marea para facturar mes sí y mes también para pagar las obligaciones estatales: cuota, IVA, IRPF… y subsistir, por supuesto.
Lo mejor es tratar de maximizar ingresos, estés donde estés y tratar de tener varias fuentes sin que se nos vaya la vida en ello.
¿Qué ventajas obtenemos diversificando?
Reducción del riesgo: La diversificación es fundamental para reducir el riesgo en cualquier ámbito. Al distribuir tus recursos, inversiones o esfuerzos en diferentes áreas, estás disminuyendo la exposición a un solo riesgo o resultado negativo. Te proporciona una mayor estabilidad y te protege de posibles pérdidas significativas.
Aprovechamiento de oportunidades: Diversificar te permite aprovechar diferentes oportunidades que pueden surgir. Al expandir tus horizontes y explorar diversas áreas, aumentas las posibilidades de encontrar oportunidades de crecimiento, desarrollo personal o profesional, y éxito en general.
Adaptabilidad al cambio: Al estar involucrado/a en diferentes ámbitos, adquieres habilidades, conocimientos y experiencias variadas que te permiten enfrentar diferentes situaciones y desafíos. Te ayuda a ajustarte más fácilmente a los cambios en el entorno y te hace más resiliente.
Ampliación de perspectivas: La diversificación amplía tus perspectivas y horizontes. Explorando diferentes áreas e interactuando con personas de disciplinas diversas, te vuelves más versátil en tu pensamiento y más abierto a nuevas ideas. Fomenta la creatividad, la innovación y el pensamiento crítico.
Estabilidad a largo plazo: Diversificar proporciona estabilidad a largo plazo. Como no dependemos únicamente de un solo ámbito, producto o fuente de ingresos, te proteges contra posibles cambios drásticos o problemas que puedan surgir en un área específica. Te da una base sólida y te permite mantener una trayectoria sostenible en el tiempo.
Aprendizaje y crecimiento personal: La diversificación te brinda la oportunidad de aprender y crecer en diferentes áreas de tu vida. Involucrándonos en actividades diversas, adquirimos nuevas habilidades, ampliamos nuestro conocimiento y descubrimos más sobre nuestras propias fortalezas e intereses. Contribuye a nuestro desarrollo personal y nos enriquece como individuos.
Reducción de la dependencia: Diversificar reduce la dependencia de una sola fuente o recurso. Al tener múltiples opciones o alternativas en diferentes ámbitos, no te ves limitado o condicionado por una única fuente de apoyo o éxito. Te brinda más libertad y autonomía en tu vida y tus decisiones.
Mejora de la resiliencia: La diversificación mejora tu resiliencia. Al tener experiencias variadas y enfrentar desafíos en diferentes ámbitos, desarrollas habilidades de resiliencia, como la capacidad de adaptarte, superar obstáculos y recuperarte rápidamente de las dificultades. Te fortalece emocionalmente y te prepara para enfrentar cualquier adversidad.
¿Dónde podemos diversificar?
En nuestros negocios, inversiones, habilidades, recursos…
Cuando aprendes una habilidad nueva, estás diversificando.
Cuando eliges 2 o 3 estancias con cancelación gratuita para tus vacaciones por si acaso, estás diversificando.
Cuando empiezas un proyecto nuevo y lo das a conocer por 2 redes sociales distintas, estás diversificando.
Cuando inviertes en diferentes activos para no arriesgarlo todo en uno de ellos, estás diversificando.
Mi experiencia diversificando
Desde pequeño me ha gustado diversificar.
De adulto, he diversificado hasta tal punto que he obtenido ingresos de formas muy diferentes: clases particulares, venta de camisetas, venta de productos en Wallapop, venta de tartas de queso, venta de webs y servicios de marketing digital, probando diferentes negocios online…
En mis inversiones, más de lo mismo: Bitcoin, fondos indexados, PIAS, plan de pensiones, productos bancarios diferentes…
Me gusta la versatilidad. No depender de una sola cosa. Aunque esto también tiene sus desventajas.
Menos riesgo, menos beneficio. Si ponemos todos nuestros recursos en una sola cosa y esta va bien, a nosotros nos irá muy bien. Pero… ¿y si pasa al contrario?
Mayor implicación. Tenemos que ampliar nuestro campo de conocimiento y el tiempo que dedicamos a aquello que hacemos. Si sólo invierto en un activo, no necesito saber nada sobre los demás a no ser que quiera diversificar.
Menor especialización. Cuanto más ampliamos nuestros horizontes, menos tiempo tenemos para saber más sobre algo específico.
Pérdida de foco. Si sólo nos dejamos guiar por objetos brillantes, trataremos de diversificar sin éxito debido a querer probar todo aquello que nos parece interesante.
Como todo, tiene su parte buena y mala y tu manera de diversificar dependerá de tu aversión al riesgo. Espero que te haya sido útil.
Para cerrar esta edición, te dejo una encuesta para que elijas la temática de la próxima newsletter. Tienes 1 semana para votar. Tú haces posible Organiza Tu Proyecto.
¡Gracias por leerme!